Fue así como lentamente me iba adentrando en la férrea oscuridad que reinaba en aquellos bosques de Nueva York del año 2600. Ya para esa época la irresponsabilidad humana en los asuntos económicos, bélicos y medioambientales había hecho retroceder a la especie humana a un ritmo vertiginoso, perdiendo los 600 años de cultura y desarrollo desde el inicio de la edad moderna hasta los 2000's. Con los pocos libros que he ido encontrando, me enteré cómo hubo gente que se esforzó por enterarnos de la situación, escritores, pensadores, gente con visión de mundo y de futuro, gente que documentó e hizo películas sobre todo esto, ¡nos advirtieron!, pero la tozudez y la cabeza terca del ser humano le impidieron darse cuenta que no se estaba llevando a ningún lugar más que a su perdición.
Todo comenzó con los escándalos económicos, donde todos querían tener más por menos. Pero si es por eso, todo comenzó con el vil dinero. Eso es harina de otro costal, no es lo más inmediato. Y apenas cayó uno, arrastró a otro y a otro y a otro…
Quedaban pocas opciones, y todos se fueron encima de ellas. Y ahí estuvo el error. En vez de conversar todo pacíficamente para llegar a la mejor solución, ya que estaban a tiempo de darle el 180º a esto, van todos con la violencia innecesaria, otro de tantos males que existió en la supremacía humana. Y ahí terminaron de caer los que ya estaban cojos. Arrastrándose a última hora, se dieron cuenta de lo que tendrían que haber hecho.
¡Y les habíamos advertido!
Qué estúpidos fueron los humanos, la especie dominante en la tierra entre el 4000 de la era antigua y el 2000 de esta. Perder todo por un puñado de metal, por un poco de papel. Dejaron lo esencial atrás, llevándose por una cáscara vacía.
Pero no tenemos que echar todos al mismo saco. Hubo algunos, que vieron, que se pudieron elevar, que fueron asertivos y notaron que se aproximaba un quiebre. Los innovadores, los más necesarios, los que había mencionado antes, fueron callados a la fuerza por el sistema, porque lo que le incomodaba al sistema era fácilmente eliminado. Pero el sistema nunca se acordó de los más pobres y necesitados, sólo favorecía a los suyos, a ese grupito cerrado, pseudo elitista. Ellos siempre tenían que ganar. A menos que perdieran contra ellos mismos. Y eso pasó.
Somos no sólo una especie en peligro sino una especie rara (Carl Sagan)
Ni siquiera, cuando estalló todo, pudimos escapar al espacio, cosa que tan comentada había sido. ¡El futuro será el viaje espacial!, y fueron atacados todos los transbordadores que salieron de la Tierra. La guerra fue total, devastadora. No sé cómo estoy aquí para contarlo, pero lo estoy. Ni siquiera sé quiénes fueron mis antepasados, no recuerdo nada anterior a mis 10 años, cuando desperté y tuve que correr para que no me atacaran los animales.
¡Animales! El hombre a última hora se acordó del planeta Tierra y las armas que usó sólo afectaron al Homo Sapiens. Las armas genéticas, lo último en tecnología. La tecnología, algo tan útil y amistoso tomó una curva en el camino (o la hicieron curvarse) y sirvió para arrasar con su creador.
Afortunadamente, tenemos la experiencia. Tenemos, digo, porque no estoy solo. Durante mis 30 años de lucidez, me he dedicado a juntar a los sobrevivientes de la raza humana. No ha sido para nada fácil, ya que desde luego hay quienes se oponen. La codicia parece estar ligada a los genes.
La gente dijo: “No sé cómo será la tercera guerra mundial, pero la cuarta será a palos y piedras”
Y es dificilísimo esquivar las piedras.
No se los recomiendo.
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